La misma Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en su artículo 15, establece la obligación de el/la empresario/a de «adaptar el trabajo a las condiciones físicas y personales concretas de cada persona trabajadora«. Esta obligación queda recogida también en otros documentos legales como lo son el Estatuto de los Trabajadores y diferentes directivas europeas. 

No obstante, pese al imperativo legal, parece que el sector de la prevención está olvidando un factor clave a la hora de adecuar el trabajo a la persona: el sexo y/o género de la persona en cuestión.

Esta situación se debe a un fenómeno conocido como androcentrismo. En este artículo veremos qué es el androcentrismo y porqué es necesaria la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborgales en general, y en la ergonomía en particular. 

El androcentrismo y la perspectiva de género:

El androcentrismo proviene de la raíz andro- (hombre, varón) y -centrismo (centrado en, centralidad). 

El androcentrismo es la práctica de otorgar al varón, o a los valores y normas masculinas, una posición central o superior. 

De esta forma, lo masculino queda elevado a la categoría de «normal» o «estándar», considerando lo femenino como una desviación de la norma «natural» masculina. 

El androcentrismo está presente en múltiples aspectos de nuestra vida cotidiana. Uno de los ejemplos más sencillos para observar el androcentrismo es la religión.

Por ejemplo, en la religión católica, el primer ser, el «original», es un hombre (Adán) y la mujer (Eva) es una mera derivación de ese primer hombre, ya que se forma desde su costilla. 

perspectiva de género
perspectiva de género

Y, aunque estas situaciones puedan parecer bastante inocentes, la realidad es que generan situaciones muy preocupantes. Por ejemplo, tenemos el caso del infarto de miocardio. El síntoma más común, el que todos/as conocemos, es la presión en el pecho, sin embargo, este síntoma tan sólo se produce en los hombres. En las mujeres los síntomas son más diversos y generales (molestias en el cuello, nauseas, aturdimiento, sudoración, fatiga…).

Esta diferencia, y el hecho de conocer tan sólo los síntomas en el varón, produce la muerte de 10.000 mujeres al año por el infradiagnóstico.  

Como este tenemos multitud de ejemplos que nos indican que lo que es válido o saludable para un hombre no necesariamente tiene que serlo para una mujer. Por lo tanto, es necesario tener en cuenta el sexo o el género de la persona a la hora de valorar un posible riesgo o efecto sobre la salud. Y uno de los ámbitos donde esto es especialmente relevante es en la prevención de riesgos laborales. 

Perspectiva de género y ergonomía:

perspectiva de género

La ergonomía es la disciplina preventiva que busca adaptar el puesto de trabajo a las condiciones físicas y psicológicas de quién lo ocupa.

Tradicionalmente, el empleo era un área reservada a los hombres, y, por lo tanto, los puestos estaban adaptados a sus características corporales.

No obstante, tras la incorporación de las mujeres en el trabajo, ¿se adaptaron los puestos a sus características?

Un claro ejemplo de que esto no sucedió lo encontramos en la historia de Marina Raskova.

Esta mujer fue una de las pocas pilotos de la Unión Soviética que participaron en la Segunda Guerra Mundial. Además, se la considera la fundadora de al menos tres regimientos aéreos femeninos. No obstante, al enfrentarse a su primera misión, está mujer no sólo tuvo que armarse de valor, si no que necesitó equiparse de hilo y aguja porque su equipo de protección (traje, botas y guantes) no se ajustaba a sus medidas. 

¿Un caso aislado?

La historia de Marina Raskova se quedaría en un mero caso anecdótico si no fuera porque esta situación ha continuado hasta el día de hoy. De hecho, existen diferentes noticias que han hecho eco de dicha situación, como lo es el caso ocurrido en 2014 donde una policía murió durante un tiroteo por no disponer de chaleco antibalas de su talla

De hecho, en un informe elaborado por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (AESST) se descubrió que:

– Un 46% de las mujeres no pueden encontrar calzado de seguridad de su talla;

– Un 41% de ellas no pueden encontrar guantes.

Además, se evidenció también que tan sólo un 14% de los fabricantes ofrece protecciones en tallas femeninas.

perspectiva de género

Recomendaciones para aplicar la perspectiva de género en ergonomía:

Vista esta situación y sus importantes consecuencias para la seguridad y salud de las mujeres trabajadoras, se hace necesario integrar la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales en general y en la ergonomía específicamente. Algunas de las recomendaciones para empezar a aplicar la perspectiva de género son:

perspectiva de género

Una de las mejores estrategias a largo plazo es tener en cuenta la perspectiva de género desde el diseño del puesto de trabajo. De esta forma, podemos escoger un «enfoque preventivo» evitando que exista riesgo, independientemente de si el trabajo es realizado por un hombre o por una mujer. Por ejemplo, evitar tener que manejar cargas por encima de determinadas alturas reducirá tanto el riesgo en los hombres (que generalmente son más altos) pero sobretodo en las mujeres (que tienden a tener menos altura), protegiéndo a ambos.

En segundo lugar, asegurarnos de disponer de equipos de protección individuales (EPI’s) que se adecuen a las condiciones fisiológicas y anatómicas de todas las personas trabajadoras. Recordamos que esto no sólo es una recomendación, sino un requisito legal en cuanto a los deberes de protección de la parte empresarial.

Otra estrategia interesante es rotar los puestos o tareas. Se ha observado que las mujeres suelen estar involucradas, en mayor medida que los hombres, en trabajos en cadena o tareas que aumentan la probabilidad de riesgo por movimientos repetitivos. Al rotar los puestos o tareas podemos reducir el riesgo asociado a la sobrecarga de ciertos grupos musculares.

Y, por último, la adquisición de equipos y herramientas que reduzcan el esfuerzo realizado por los profesionales, como las carretillas elevadoras u otros dispositivos, también reducirán el riesgo por sobreesfuerzo. 

perspectiva de género

Iniciativas en la aplicación de la perspectiva de género:

Como novedades en cuanto a la aplicación de la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales, y en específico en la ergonomía, tenemos el proyecto Género del Instituto de Biomecánica (IBV). El estudio pretende evaluar el grado de adaptación ergonómica con perspectiva de género de empresas que disponen de Planes de Igualdad.  De este proyecto se pretende extraer diferentes herramientas, como un sistema de diagnóstico de la situación, así como un manual con recomendaciones ergonómicas con perspectiva de género.

Para las personas interesadas en el tema os dejo un webinar del pasado 27 de abril donde se habló sobre la integración de la perspectiva de género en los criterios de adecuación ergonómica y se presentó el proyecto del IBV:

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