Según el Instituto Nacional de Estadística, durante el año 2020, 673 mujeres murieron a causa del Cáncer de útero.

En todo el mundo surgieron 604.127 casos nuevos de infección por papiloma. No en balde, el cáncer de útero es el segundo cáncer más frecuente entre las mujeres, después del cáncer de mama.

Habréis podido observar que utilizamos indistintamente el concepto de Papiloma y de cáncer de útero. Esto es debido a que el 99% de los casos de cáncer de útero el origen principal de la patología se produce por el virus del Papiloma humano (VPH). Este virus se transmite a través del contacto de la piel o mucosas, siendo la principal vía de contagio el sexo.

La probabilidad de contagio por Papiloma es mayor durante los primeros años de vida sexual, entre el 20-30% de mujeres jóvenes, antes de los 30 años, son portadoras. Se estima que alrededor del 80% de las mujeres sexualmente activas contactan con al menos un tipo de Papiloma en algún momento de su vida. No obstante, tenemos que señalar que más del 80% de estas infecciones son transitorias y se resuelven en el transcurso de los dos años posteriores a la infección.

¿De qué va a depender que mi cuerpo acabe eliminado totalmente el virus?

Según la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia existen, evidentemente, diversas causas que contribuyen a que la infección se mantenga en el tiempo y aparezcan los síntomas de la enfermedad. Pero, las más importantes según la AEPCC son:

  • El tipo de Papiloma
  • El tabaquismo
  • Alteraciones en las defensas del organismos o sistema inmune

¿Tipos de Papiloma?

Existen muchísimos tipos de Papilomas, alrededor de 40 tipos de estos virus pueden infectar el área genital.

Como hemos comentado anteriormente, la mayoría de las infecciones genitales con el papiloma humano no hacen daño y el cuerpo de las mujeres llega a combatirlo. No obstante, algunos tipos de virus pueden causar verrugas genitales o ciertos tipos de cáncer.

  • Los tipos de virus 6 y 11 son los causantes de la mayoría de las verrugas genitales. Estas son un tipo de Papiloma de bajo riesgo, pues no provocan cáncer ni otros problemas de salud graves, aunque, evidentemente, no son agradables.
  • Por otro lado, tenemos el tipo de virus 16 y 18, que son los causante de la mayoría de los casos de cáncer, aunque existen hasta 12 tipos de virus que pueden causarlo. A los virus tipo 16 y 18 se les consideran Papiloma de alto riesgo.

En muchas casos, el cáncer de útero no causa síntomas, pero más adelante puede haber dolor en la pelvis o sangrado vaginal. El cuerpo puede tardar varios años en convertir las células anormales del cuello uterino en células cancerosas.

¿Qué puedes hacer para detectar un posible cáncer de útero?

La Asociación Española de patología Cervical y Colposcopia nos habla de diferentes pruebas de cribado para la detección en función de la edad de las mujeres.

  1. Para las mujeres de entre 25 y 30 años se aconseja la citología cervical cada tres años.
  2. Para las mujeres de entre 30 y 65 años se recomienda la prueba de VPH cada cinco años junto con la citología.

Gracias a la aplicación de estos controles se estima que durante el siglo XX se redujo el cáncer de útero entre un 80% y 90%, en los países industrializados.

La AEPCC facilita una guía de información para pacientes con infección por el virus del Papiloma: Lesiones del tracto genital inferior y cáncer. En ella podréis conocer con más detalle qué ocurre en el cáncer de útero y qué podemos hacer ante el virus del papiloma.

¿Qué podemos hacer desde la sociedad para prevenir este tipo de cáncer e infecciones del Papiloma Humano?

La sociedad tenemos un gran reto ante nosotros y nosotras. Este cáncer tiene su origen, como hemos comentado con anterioridad, en un 99% de los caos en el virus del papiloma, este virus se transmite a través de las relaciones sexuales. Por tanto, desde la sociedad podemos ayudar a las mujeres a cuidarnos y prevenir la infección por VPH a través de una educación integral sexual y afectiva basada en el placer y en la naturalidad desde la infancia con un enfoque que contenga una mirada con perspectiva de género.

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