La lucha por un mundo más justo y menos desigual requiere necesariamente una educación en igualdad de género a las niñas y niños desde sus primeras etapas educativas. Su importancia reside en que de los 0 a los 12 años (desde la Educación Infantil hasta Primaria), las niñas y niños, además de poseer un gran potencial, se encuentran libres de prejuicios. De ahí que la implementación de una enseñanza igualitaria incide directamente en su desarrollo desde una perspectiva de género, facilitando la interiorización de una conducta cívica y equitativa, libre de estereotipos sociales de género.

 

¿A qué edad las niñas y niños adquieren los estereotipos de género?

Una educación en igualdad desde la escuela 1Los estereotipos y roles de género influyen en las decisiones de las niñas a una edad sorprendentemente temprana. Según los resultados de un estudio publicado en la revista Science, a partir de los 6 años las niñas empiezan a considerarse menos inteligentes que los niños, hecho que las lleva a evitar actividades que requieran una mayor “brillantez intelectual”, la cual asocian al género masculino. Este hecho influye de manera directa en sus aspiraciones y expectativas profesionales, ejemplo de ello es la proporción menor de mujeres que estudian carreras CTIM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Además, según los datos del XI Informe Faros del Hospital San Joan de Déu, a los 12 años el doble de niñas (13%) que de niños (5,9%) dejan el deporte. Abandono que irá incrementándose hasta la mayoría de edad, elevándose a 7 de cada 10 chicas. Estos datos desvelan la importante brecha de género que continúa existiendo en la práctica deportiva.

Por todo esto, resulta indispensable una educación en igualdad desde la escuela, lugar estratégico y privilegiado para emprender una transformación social, ya que en ella las niñas y niños aprenden los valores y tradiciones propios de una sociedad. Esta educación en igualdad deberá incorporarse con toda naturalidad durante los primeros años de formación (aunque no debe ser exclusivamente de estos), promoviendo así un desarrollo individual de cada alumna/o y el respeto a la pluralidad de identidades, con el objetivo de erradicar los roles de género y con ello, evitar actitudes sexistas y la discriminación de género en un futuro.

Para conseguirlo, se vuelve necesaria la creación de unas políticas de centro basadas en la coeducación y los planes de igualdad.

 

¿Qué es la coeducación?

igualdadSegún la Guía de Coeducación del Instituto de la Mujer, la coeducación es un método educativo basado en el principio de igualdad y de no discriminación por razón de sexo. En la coeducación por tanto, la formación y la educación son impartidas en condiciones de igualdad, superando así los estereotipos y roles de género, y eliminando todo tipo de límites en el aprendizaje de las niñas y niños.  

 

¿Qué es un plan de igualdad?

Una educación en igualdad desde la escuela 2El plan de igualdad es el documento en el cual figura el programa de actuación cuyo objetivo fundamental es incorporar la coeducación en la práctica educativa del centro. Tal y como señala el Instituto de la Mujer, el procedimiento para elaborar un plan de igualdad debe contener las siguientes 3 fases:

  1. Diagnóstico del centro educativo en igualdad de género
  2. Diseño y ejecución del plan de igualdad
  3. Evaluación y seguimiento del mismo

Políticas de centro que fomentan la coeducación y que pueden ser llevadas a cabo son:

  • Incorporar en el proyecto educativo del centro la igualdad de género. Tanto en el currículo como en la distribución de espacios y responsabilidades.
  • Llevar a cabo formaciones periódicas en coeducación e igualdad de género para el profesorado. 
  • Trabajar con materiales, libros de texto, contenidos y proyectos educativos no sexistas. Optando por aquellos que ofrezcan una perspectiva renovada e igualitaria entre sexos.
  • Garantizar que los docentes motiven a las niñas y niños a una participación igualitaria en las tareas de clase, fomentando la responsabilidad compartida y evitando el trato distinto según el género. 
  • Promover juguetes y juegos cooperativos y neutrales.
  • Hacer partícipes a las familias ofreciéndoles pautas para evitar que reflejen los estereotipos sexistas en casa.

Todas estas políticas deben estar basadas en un programa evaluable mediante un seguimiento continuo de las actividades realizadas. Además de contar con un equipo de trabajo que tenga una relación cercana con el profesorado, con el equipo directivo y con las familias, así como con los diferentes agentes que intervienen en la educación, para trabajar la coeducación en conjunto.

 

Una educación en igualdad desde la escuela 3Tal y como manifiesta la última modificación de la LOMCE del 23 de marzo del 2018, es esencial «el desarrollo, en la escuela, de los valores que fomenten la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como la prevención de la violencia de género”. La creación de un plan de igualdad va a permitir al centro educativo desarrollar actuaciones específicas que promuevan tanto la coeducación, la igualdad, como la prevención de la violencia de género. De tal forma que esta perspectiva sea integrada en el aprendizaje de cada una de las competencias, además de en la cultura, política y práctica del centro, mediante metodologías basadas en la interacción y el diálogo, la igualdad, la tolerancia y el respeto entre niñas y niños. 

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