¿Para qué sirve el Plan de Igualdad?

Una de las utilidades que tiene elaborar un plan de igualdad es que se hace un amplio diagnóstico de la situación de igualdad entre hombres y mujeres en la empresa. Con este diagnóstico inicial podemos ver si existe una distribución equilibrada en salarios, promociones… en definitiva, si existe algún tipo de trato discriminatorio.

Aunque sabemos que los derechos de hombres y mujeres son actualmente en España los mismos, no es así en cuestiones como el trato, la discriminación o las posibilidades de promoción.

Techo de cristal en el sector de la abogacía

Uno de los ejemplos más claros es el análisis que podemos ver en la noticia actual de CincoDías sobre el sector de la abogacía en España: mientras que la carrera de derecho está muy equilibrada 48% mujeres frente a un 52% de hombres, podemos ver que en las grandes firmas el porcentaje de socias es tan solo del 19%, es decir, las mujeres tienen la mitad de posibilidades que los hombres de llegar a puestos de dirección.

techo-cristal

Y no es que sea un problema de nuestro país, podemos observar que este mismo dato en Alemania es del 10%, en Reino Unido es del 28% y en EE.UU. del 20%. Esto es un claro ejemplo de la definición de «techo de cristal».

El plan de igualdad como una vía de equilibrar la balanza

Si las grandes empresas (>250 trabajadores y en 2022, las de >50 trabajadores) hacen sus deberes y elaboran su plan de igualdad, se verán en la obligación de realizar un diagnóstico que pondrá de manifiesto si existen situaciones discriminatorias para las mujeres.

Muchas empresas, incluso las más feminizadas, se piensan que puesto que la mayoría de la plantilla es del sexo femenino, no hace falta que elaboren el plan de igualdad, o piensan que es un mero trámite. Pero incluso estas empresas tienen un gran trabajo por delante.

Formación y sensibilización en igualdad de género y oportunidades

Hay que tener en cuenta que el plan de igualdad también incluye un plan formativo y de sensibilización, que actualmente es uno de los mayores retos de las empresas.

Evitando así la situación que observamos de la encuesta de la American Bar Association (ABA) donde las mujeres sufren un acusado incremento de las siguientes conductas:

  • Falta de respeto de un subordinado.
  • Comentarios degradantes o chistes.
  • Falta de oportunidades.
  • Acusación falsa de compromiso.
  • Dificultades o denegación de la promoción.
  • Denegación de un incremento salarial o bunos.
  • Clientes que piden expresamente ser tratados por hombres y no por una mujer.
  • Un colega o superior, elige a otro colega hombre, antes que a una mujer.

Por lo tanto, tenemos mucho trabajo por delante en cuestiones de formación y sensibilización para equilibrar la balanza.

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